sábado, 6 de septiembre de 2014

PACO VELÁZQUEZ

PACO VELÁZQUEZ



BIO

Paco Velázquez

Pertenece al grupo literario Indocencias. Gaditano y maestro, ha publicado poemas en revistas y en cuatro antologías de varios autores: "Autores docentes de la provincia de Cádiz", “Escritos con tiza”, “Encuentro Poetas Andaluces de Ahora” (I y II) y “Antología Poetas de Ahora”. Ganó el I Premio de Poesía de Paterna de Rivera y un áccesit, junto con varios componentes del grupo poético, en el V Concurso de Poesía de Herencia, con "La arroba en el Parnaso". Ha publicado un poemario: “Divagación nocturna” y otro infantil “Rebelión en la escuela”. Próximamente va a publicar otro poemario infantil : “Rebelión en el zoo”, ilustrado por Lola Fontecha. Tiene un blog: “Ojos de luna”, http://ojosdeluna-pacovelazquez.blogspot.com.


POEMAS


CUANDO TUS MANOS ME ACARICIAN
                                               Paco Velázquez
Cuando tus manos
me acarician,
me embelesan el alma,
me divinizan las dulces
horas del silencio en calma
a la amanecida sin nubes.

Cuando tus manos
me acarician,
sensibilizan los albos amores,
los sueños apasionan corazón,
me envuelve la sinrazón
y elevan al mar del adiós
esperanzas y fantasías en colores.

Cuando tus manos
me acarician,
cabalgo aplaterado en diurno,
de ojos nocturnos,
buscando claridades,
límpidas y sensuales.

Cuando tus manos
me acarician,
rubrican elfos y hadas,
aleteos libelulares que me hablan
de esperanza y regocijo.
Aún me lleno y sonrío.

Cuando tus manos
me acarician,
apaciguan enjambres de miel,
orgasman las palabras de fiel
encuentro junto a las miradas
no pronunciadas.

Cuando tus manos
me acarician,
lisonjas la algarabía
de la lluvia fresca al día,
saciando mis sentidos,
olvidando los sinsentidos.

Cuando tus manos
me acarician,
mi mirada adulas,
como un presagio de la luna
de voces angelicales
y estrellas incondicionales.

Cuando tus manos
me acaricien,
resurgiré de nuevo
en un mar de nieve,
en un cielo de luces
dádiva que me encumbre,
la vida entreteniendo
entre las divinidades despierte
y la suave brisa recubra mi rostro
delicadamente infantil a los ojos.



POEMA ÚLTIMO
Paco Velázquez

Cuando me amanezca el último,
último poema sediento de su lectura,
las postreras olas cabalgarán
sobre mi cuerpo con premura.
Mi voz no fenecerá para sus adentros,
aliviará mis páginas amarillentas,
y sucumbirá en mis anhelos de sabiduría.

Cuando me atenace el frío verso
último de mi vida ya reposada,
y las rimas ya no irradien fuerza
a los brazos del tiempo…,
me abofetearán las nubes en mi ojos
y me cegarán en la ignorancia senil.

Cuando la aliteración de pensamientos
haga sucumbir los pasos fatigados
de los insensibles días transcurridos en desvaríos.
Y mis manos, débiles y apaciguadamente grietas,
reclamen tu ayuda para calmar
mis ansias de tropezar sobre mis pasos…
Transgrediré mi ego somnoliento
y blandiré mi espada contra ella.

Ella, ella sorteará mi ímpetu blasfemo,
intentando doblegarme,
mas no osaré a claudicar,
habré de saltar sobre las ásperas laderas
de la desidia y romper las piedras
que me atraviesen de parte a parte.

Escribiré mi último poema,
mi último verso arrítmico para ti.
Abandonaré los despectivos trazos de mi vida,
te besaré, te mimaré, te calzaré
hasta ensangrentar mis pies insanguíneos.

Habré de hallarla agazapada
tras los cristales diluidos entre el vapor
y el frío día consumado,
ocaso lascivo y peripatético…
de grises recuerdos sintomáticos
y ocres ofensas cíclicas…
resurgiendo, redescubriendo…
desenvueltos de toda lírica.

Ella, ella, ella…
Oh, ella…, vida y muerte de mis versos.



Y DE TRISTEZA
                                   Paco Velázquez
Y de tristeza agrandamos
el alma al ser humano,
amargamos los versos,
agriamos la poesía viva.

Dormidos los brazos,
las manos dadas de porcelana,
estrechadas con un arma escondida,
desechando los abrazos,
como monstruos alados
en funesta libertad.

Fuegos, desastres, guerras,
hierbas secas de primavera
que me atragantan a boca abierta
día, noches, días y noches…
todos los días, todas las noches…,
allá donde vas, allá donde voy,
y si escondido me hallare
golpeado me encontrare.

Y de tristeza agravadas
las sonrisas, las risas decoradas
en tu rostro infantil.
Inocentes miradas
recubiertas de marchas fúnebres.
Y te llamas humano…
Y te tumbas sobre la fresca hierba
de herrumbre y sueños rotos,
clavándote rastrojos prietos

Y de tristeza continuamos dando tumbos,
alcoholizando los minutos,
drogando las horas que troquelan el reloj…
Triste tristeza que nos tumba
el corazón lagrimado.

Y de tristeza te llamas humano…
je, te llamas humano…
je, te llamas humano…
Me impresionas, aún, humanidad…
Sangres, grietas, bombardeos, puñaladas
ajadas entre las nubes,
herida la tierra que ocupas.

Y de tristeza te llamas humano…
Llámame, que no me hallo…
y vuelvo la cara para vivir…
¡Que no quiero verla!
La muerte de par en par.

                                                                                 






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