ANTONIO PORRAS CABRERA

Yo no lo recuerdo, pero, allá por el año 51 del pasado siglo XX, aparecí a este mundo en un febrero lluvioso con viento desesperante, que ladraba en los tejados con su tono amenazante. Cuando vi a mí alrededor, lloré por varias semanas, al comprobar que me echaron a este mundo de la nada. Era Andalucía profunda, campesina, asalariada, esclava del señorito que todo se lo quedaba sumiendo al pueblo en la nada.

Luego, huyendo de esa carencia, trabajé desde pequeño, estudié como nocturno dos carreras de escapada para huir de la miseria donde el sino me dejaba. Trabajé de aceitunero, ayudante de albañil, oficinista 10 años, hasta que ya conseguí ejercer mi profesión; primero fue de enfermero, luego ejercí la gestión, después, con bagaje de psicólogo, me cambié de profesión ejerciendo la docencia a modo de profesor en la universidad de Málaga, hasta mi jubilación.

Una vez ya jubilado, fui buscando en mi interior, reconociendo en mi mente ser un librepensador. Fueron brotando poemas, artículos de escritor, relatos y reflexiones para sentirme mejor buscando mi pura esencia de sujeto pensador. Luego volqué mi experiencia escribiéndola en un blog, al que podrás acceder tomado esta dirección: http://antoniopc.blogspot.com.es/   

El mundo de la poesía resultó cautivador y fui escribiendo poemas, compartiendo esa creación con los amigos y amigas de las musas, que te inspiran esa lírica afición. Tuvimos muchos encuentros bebiendo de esa ilusión que transmiten los poemas que manan del corazón, publicando antologías que dan fe de ese valor donde dejamos plasmados lo mejor de lo mejor.

Publiqué en varias revistas, y poemarios de edición, el primero, cómo no, fue titulado Eclosión; el segundo fue una mezcla, en una doble afición, entre fotos y poemas de infantil recordación, y le llamé Cuevas de San Marcos, entre fotos y versos… en honor a aquella villa donde llovió aquel febrero que mi madre me parió.

Ahora seguiré escribiendo, buscando un mundo mejor, que dé sentido a la vida y dignidad al ser humano, libre de tanta opresión que le permita alcanzar toda la esencia del ser que acumula en su interior.

Málaga, 22 de julio de 2016

En mi corazón nacen auroras

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En mi corazón nacen auroras,
florecen primaveras
de cálidos veranos
que mueren laceradas por la vida
en un otoño eterno
que lleva irremisible
hasta el invierno,
en este mundo injusto,
espejo de infortunios
reflejos del averno.

¿Vendrán más primaveras,
o solo serán sueños?

Tragedia

El negro y tenebroso viento

empuja mi espalda con furor

embajador de la miseria,

la hambruna y el dolor.

La trampa del desierto iluminado

por miles de estrellas titilantes

jugó con mi destino

guiando mi huida de la nada

envuelto en arenales

de mágicos cristales

que fraguó mi fantasía

de un mundo mejor.

Corrí entre las montañas

y atravesando ríos

busqué desesperado la otra orilla

que vi tras las cuchillas lacerantes

de almas frías y falaces,

cimientos de muros y fronteras

que fragua la injusticia

a lomos del corcel de la avaricia

valor insigne en un mundo de codicia

que su esencia humana ya perdió.

En un último esfuerzo

tras ser atropellado

engañado y explotado

por mafias desalmadas

me lanzo a la aventura de la mar.

Bajel de imaginaria fortaleza

me reta a travesías de mares escarpados

de olas espumadas de amenazas

de oscuros peligros abismales

de miedos e ilusiones,

huyendo de la miseria y la ignominia

hacia la miel de la abundancia.

Y todos en la barca

para conjurar la fuerza de la parca,

unidos por las manos,

formamos la cadena de la vida

y el ariete que fuerce la frontera

que rompa ese muro insalvable

que el hombre miserable construyó.

Luego,

el mar se va tragando a los amigos

sus manos se escapan de las tuyas

como gélidos peces escamados

que volvieran a su océano profundo

y ves como el abismo los engulle

matando su esperanza e ilusión.

Caronte se los lleva en otra barca

camino mitológico del hades,

a la vez que las guadañas

forjadas en la Europa miserable

van segando las almas indefensas

yugulando con violencia la esperanza

de un mundo mejor.

El mundo de esta vida deplorable

abre su puerta deleznable

hacia el profundo abismo de la nada,

mientras un ave luminosa

guiada por dioses del dinero

revolotea alrededor

entonando estridentes canciones

con  notas disonantes del rotor.

Ahora estaré salvo

los otros se han hundido,

al mar los devoró.

Y a mí,

mañana injustamente,

obviando mi dolor

me volverán indiferentes

a donde vive mi color.