domingo, 2 de octubre de 2016

RAMÓN LUQUE SÁNCHEZ


Qué difícil redactar una autopresentación divertida y original. Comenzaré diciendo que mi nombre es Ramón Luque Sánchez. Nací en Mengíbar (Jaén), aunque llevo viviendo en San Fernando media vida, tantos años que ya me considero un gaditano más. De adopción, sí, pero sintiendo y amando esta tierra con la misma intensidad con que lo hago con esa campiña jiennense que me vio nacer. Todavía me falta un poco de la gracia gaditana, pero es algo que consigo con facilidad si me tomo unos vinos de la tierra. Aquí he aprendido casi todo lo que sé de poesía y aquí se me cayó esa vergüenza que sentía de publicar y recitar en público. Hoy me encanta. Me considero poeta de vocación, ya desde muy pequeño descubrí que en medio de los versos había algo mágico capaz de desnudar al mundo y desnudarse uno con ellos. Un stripper me considero muchas veces.
Soy miembro de la Tertulia Río Arillo, de la Asociación de Amigos de Quiñones, del Ateneo de Cádiz, presento y dirijo un programa de radio dedicado al mundo de los libros: A vueltas con la Literatura y codirijo la revista literaria PLéYADE. He publicado varios libros: Las historias de Carmelo, Remansos en el tiempo y Coro Angelical, entre otros. Así mismo he obtenido varios premios literarios, por citar algunos: Clara Campoamor (San Fernando), El Olivo (Jaén) y Vicente Mójica (Ateneo de Alicante). He dado pregones y conferencias sobre los más diversos temas. También he impartido cursillos educativos para animar a los más pequeños a leer.  
Pienso que mi pasión por la poesía me la inoculó mi madre, mientras me amamantaba me cantaba nanas con sabor a romancero popular. Qué bien lo hacía. Ah, se me olvidaba, soy maestro y profesor de Historia.

HE SENTIDO TU VOZ
He sentido tu voz, acariciaba
con un leve susurro mi conciencia,
allí anidaba, allí era querencia
que a mi yo dormitado espoleaba.

Quedamente a mi sueño se abrazaba
y allí mecía al mar de mi inconsciencia,
allí era brisa, rítmica cadencia
que en la piel de mi alma resbalaba.

No sé cuándo, tampoco sé el por qué,
el cuerpo descendió de su alto vuelo
y vio que eras la ninfa de un edén.

Me invitaste a sumirme en el desvelo.
Y tu voz y mi yo fueron a un cielo
lejano de la mística y la fe.


HE DESPERTADO, AMOR, COMO  HACE AÑOS
He despertado, amor, como  hace años,
perdido entre las sábanas, revueltos
con mi cuerpo tus sueños, y disueltos
en olvido lejanos desengaños.

No sentía hoy, no, esos extraños
fantasmas de las dudas, que resueltos
provocaron dolor; todos absueltos
por la fe en un amor libre de engaños.

He despertado, amor, a ti apretado,
perdida entre tus brazos mi conciencia,
vestido por tu sueño enamorado.

Y he sentido en mi vida tu presencia,
y he palpado en mi alma tu querencia
y de amor he llorado emocionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario