domingo, 6 de noviembre de 2016

CARMEN VIGO NAVARRETE



Nací en el popular barrio de La Viña, pero mis recuerdos de esas calles no vienen de mis carreras ni juegos por ellas, he tenido que reconstruirlos, imaginarlos, falsearlos, provocarlos, ya que, con apenas dos años mis padres se trasladaron a lo que entonces era la otra punta de Cádiz, la calle Tolosa Latour, junto al Instituto Hidrográfico.

Mi primer colegio, de cuyo nombre prefiero no acordarme, fue un horror donde imperaba aquello de "la letra con sangre entra". Posteriormente pasé al centro San Vicente de Paúl, donde me excomulgaron junto a unas compañeras por fumar a escondidas. Al terminar el Bachiller Superior pasé al Instituto "Santa María del Rosario" para hacer C.O.U. y de allí a la Escuela Normal Josefina Pascual de donde salí con el atrevido título de "maestra".

Al poco tiempo de terminar los estudios me trasladé a trabajar a Zaragoza, a la General Motors (Opel), y ahí estuve hasta el nacimiento de mis gemelas que coincidió con el salto a Alemania, país del que es originario mi difunto, ¡larga vida a los "ex"! 

Al regresar a España comenzó una de las etapas más extrañas de mi vida, me he sentido más extranjera en mi país que fuera, pero esas son otras historias, eso sí, me traje el haber aprendido un idioma muy interesante y muchas de sus costumbres que, poco a poco he ido perdiendo, como se pierden unas llaves, el paraguas, el amor, y nunca recuerdas en qué cajón los has metido.

Actualmente estoy en decimoquinto curso de pájaro, sí, de mayorquiero ser gorrión, pero tengo algunos problemas. Los quiebros con la garganta van por días, es difícil, no crean. Para las alas estoy tomando calcio, mañana, tarde, noche y madrugada. Con las plumas ha habido más suerte, tengo una amiga que es bruja y me las está haciendo con un conjuro especial que es propiedad privada. En cuanto a la escritura, es un torpe tanteo que llevo a cabo casi desde que aprendí a leer. Me apasiona unir letras, me divierte inventar cuentos, y en ello estoy, ¡vano intento!

A MEDIO CAMINO



EL SILENCIO

Intento resumir mi vida en dos palabras,
vano proyecto, no me gustan los extractos
y lo descubro a tiempo.
También advierto el disgusto que me dan
los números, las vanidades,
los desencuentros, el desamor
y el vecino del sexto.
Voy a tientas, resumo el resumen y por
los poros resumo alegrías y descontentos
y vuelvo atrás queriendo ir mar adentro.
No hay síntesis que valga,
la vida es algo más que un empeño,
es oír el silencio.



LOCURA DE TEMPORADA

Uno se siente perdido en ocasiones,
y busca caracoles en invierno,
y recolecta locura de temporada
para combatir el sinsentido.
Uno se siente perdido por momentos,
y pide a gritos emociones que
arrastren las nubes negras,
y asume la convicción de la duda
y no quiere seguir fingiendo.
Uno se siente perdido con el tiempo,
y tiene miedo.


1 comentario:

  1. Una muestra de cómo la vida misma, con sus avatares, baches, con los silencios que hablan y las palabras que callan, puede resumirse en bellas imágenes. Gracias Carmen.

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