viernes, 30 de septiembre de 2016

Mª CARMEN JIMÉNEZ MARTÍN



ALGO DE MÍ (BIOGRAFÍA)

Me llamo Mª Carmen Jiménez Martín,  soy oriunda de Arahal de donde me marché a los 15 años movida por el deseo de vivir mis sueños, entre ellos viajar, por lo que es normal que, aunque  actualmente vivo en Sevilla, me considero una ciudadana del mundo y soy una gran defensora de la eliminación de las fronteras entre los países.  

Me apasiona leer desde pequeña y, puesto que la fantasía es un rasgo de mi personalidad, escribo para liberarla recreando el universo vivido o soñado en mis poemas, por lo que, como poeta de Ahora, con mis poesías  me gustaría dejar mis huellas de Hoy en el Mañana.
Hasta la fecha he escrito unos cuantos cuadernos de poesías, relatos, y un par de novelas, que tarde o temprano sacaré a la luz, porque mi amiga Mar Requena insiste que no es justo que me las guarde para mí.

Para mí escribir es una pasión, una necesidad y una liberación, y un año más como los anteriores desde el primero, participo en el Encuentro de Poetas de Ahora, como una manera de compartir y difundir mi poesía y de enriquecerme con los poemas del resto de poetas participantes.

Los dos poemas que presento en este IV Encuentro de Poetas pertenecen a poemarios del 2014 de la cuatrilogía de las estaciones. El primero titulado “HOME SWEET HOME”   pertenece al cuaderno de “ La Caricia de la Primavera” y el segundo titulado “ LA SIESTA “ dedicado a mi madre, pertenece al poemario “ Las Pasiones del verano y La Lengua de la Libélula”  



XIV

HOME SWEET HOME
Entre Bruselas y New York la luna
Entre Madrid y Brasil el sol
Entre  Perú y Camboya tus besos
Entre París y Nador la pasión.

Home sweet home
Entre la tierra y el cielo tu boca
Entre las nubes y el fuego mi ilusión
Entre el agua y el aire tus ojos
Entre la hierba y la brisa el ardor.

Home sweet home
Entre el Eufrates y el Everest tus piernas
Entre el Gori y la transiberiana mi corazón
Entre la noche y el alba tu cuerpo
Entre nuestras órbitas descontrolado gira el amor.

Home sweet home
Entre el destino y La Nada tu lengua
Entre la belleza y mis  senos la razón
Entre las tinieblas y el júbilo tus sueños
Entre la vida y la muerte remamos tú y yo.

VII

LA SIESTA (Dedicada a mi madre)

No dejas de ser quien eres
ni cuando estás dormida,
primorosa, soñadora,vieja princesa
que aún cabalgas por el mundo
con tus alas blancas,
y tu alma de nácar.
A tus 79 años, todavía
desnudas amapolas con tu mirada,
y tus manos blancas,
manos de fuego,
enredan hábilmente ovillos de colores.

A  tus 79 primaveras,
tu cuerpo de piel blanca,
como la espuma de un mar fogoso,
aún alberga las caricias
de tu único amor,
con el que esperas reunirte
el primer día del último de tu vida,
cuando los gorriones,
aún sentados en tu ventana,
esperen sus golosinas,
que tal vez, ¡quién sabe!
después de ti,
les caerán del cielo.

Pero ahora, todavía,
princesa añosa,
es hora de seguir respirando,
de dormir siestas,
tranquila y confiada,
mientras tejes tus deseos
que, como órdenes caprichosas,
abren un sendero
hasta alcanzar la luz de tus sueños

jueves, 29 de septiembre de 2016

CONCHA GOROSTIZA DAPENA


       Nací hace unos cuantos lustros en Madrid (El Foro), como lo denominaban los literatos antañones. La mayor de tres. La fémina de la familia, mamá a parte, porque las mamás son eso mamás. Estaba aún en primaria cuando comprendí que lo mío era escribir. Siempre me daban sobresalientes en las redacciones. Amo escribir, leer y declamar. Porque también el teatro es importante para mí.

La familia solía decir.- ¡Que imaginación tiene esta niña!  Y escribía y contaba historias y cuentos no chinos precisamente; eso lo dejo para Lao Tse.

Las primeras poesías escuchadas por mis infantiles oídos las recitaba y por cierto bastante bien mi padre. Empecé a amar los clásicos de todos los tiempos de la poesía española. Lope de Vega, Quevedo, Zorrilla, (a Zorrilla no exactamente por Don Juan, escribió desde luego cosas mejores pero no tan populares) Jorge Manrique, Lorca, Juan Ramón, Rosalía, Lucia Sánchez Saornil, Julia Uceda, Juana Castro… Seria interminable la lista de fabulosos nombres de poetas de nuestra literatura.

Traviesa e inquieta, curiosa, aventurera  y romántica y la poesía me colma de todo eso que mi alma y evolución y crecimiento personal necesita. Porque escribir poemas es la mejor de las aventuras. A través de los versos puedo recorrer esos mundos insólitos que cual Concha la fantástica, ansío poseer y puedo gritar, llorar, amar y lanzar mis “quejios” al viento con la esperanza siempre maravillosa de que al menos una mínima parte llegue al corazón de quienes sienten como yo POETAS.


Mar

Mis pasos me van llevando
hasta la orilla del mar.
Me paro y siento
que te tengo que acariciar.
No son mis pies desnudos
los que se acercan a ti
eres tú quien con suaves olas
colmadas de blanca espuma,
la que cantarina e inquieta,
flirteas traviesa, fresca
y con ese dulce vaivén
me arrullas, me besas.

Siento un tenue cosquilleo
que me hace muy feliz
te miro, te abarco con la mirada.
Al hacerlo soy consciente
que eres no sólo esa mar,
de ondinas sonrientes, traviesas, coquetas,
en suave balanceo inquietas.

Eres espíritu imponente, poderoso
a veces rugiente que al mundo pavor inspiras,
cuando te alias con los vientos ,
que en grandes remolinos
te levantan en majestuosas oleadas,
y las otrora afables ondinas
sacudiendo sus cabelleras
cubren sin dar tregua las zonas costeras.

Eres eso y mucho más.
Y esa fuerza me enamora,
me hace estar plena y henchida
cual mujer enamorada
suspirando blandamente
ante el objeto de su amor.
Me has traído hasta esta orilla
y me dejo tocar y adular.



Tiempos adversos

No son buenos tiempos
no hay paz ni armonía,
Están todos los mundos
mas alejados cada día.
El Universo da la pauta,
se expande y la espiral
cada vez más alejada
de la primera explosión
no puede recordar el motivo
por el que a si mismo se creó.
Sin embargo su único brazo
va recogiendo a su paso
todo lo encontrado
en colosal abrazo.
Hay dentro de su núcleo
mucho para compartir.
Lo tuyo y lo mío
En solidario y armónico binomio
De universal paz.

Pero, ¿si eso es así? si la creación,
y el nacimiento del mundo,
tiene el firme propósito
de que todos seamos uno…
¿Por qué surge la violencia?
Yo no soy más que tú,
ni aquel más que ninguno.
¿Por qué mis pertenencias
con deseos obscuros ambicionas?
¿Por qué envidio las tuyas
y sufro al no poder tenerlas?
Preguntas y más preguntas
que no obtienen respuestas.
Y no podré conseguirlas
mientras se grite cada año
por la paz y la no violencia ansiada.
Clamores que no son nada
si no trabajamos codo con codo
para que se transforme, la utopía en realidad.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

JORGE GARRIDO GARCÍA


Entre ayer y hoy nos llega Jorge Garrido, natural de Bornos (Cádiz).

38 años de maestro de Primaria, con punto y final.
20 años escribiendo, con puntos suspensivos…
Ni «Por mucho madrugar amanece más temprano» ni por estar jubilado se tiene más tiempo libre para escribir. Se tiene, pero no se usa en demasía, aunque los versos sigan fluyendo incontables y la prosa aumentando por pura necesidad. La almáciga no se seca… ¿A que va a resultar que me gusta escribir?



Dos poemas de Jorge Garrido:


COMO DE HUMO

Quisiera ser sombra imperfecta, como de humo,
sin la rotunda nitidez de la silueta
marcada en la hondonada de mis pasos,
rúbrica inquieta y veraz mi presencia,
palpable y no ostentosa, para qué lo contrario
si marchando de puntillas a nada atento,
que ni rompo el silencio ni reclamo miradas.
La realidad dormida no me atañe,
son otros ecos los que me confunden
y se puede vivir sin hacer ruido;
no quiero ser el centro de ninguna foto
ni distraer la atención mi algarabía.
Como de humo mi presencia entera,
efímera a la vista, pero impregna,
dejar señuelo y marca a quien lo quiera
y fácil de limpiar si nada importa.
No saber si soy yo o mi sombra,
que parezca un sueño cuando he pasado,
que parezca noche al clarear
y mi alma un latir en el recuerdo.


COMO LOS ÁNGELES

Tienen patas muy cortas los pesares
y se alejan muy lentos cuando lo hacen,
sin embargo llegan de improviso,
como ángeles infames caídos sin alas.
Es la dicha de esencia diferente,
pues se sabe que llega y se prepara,
dura siempre menos de lo previsto
y se aleja como ángel vigoroso,
cual ráfaga de luz muerta en un ¡click!

Hay ángeles de anhelo y de rechazo,
de plumaje reluciente y envidiable
o desgastado su brillo, alicaídos,
como la tinta que escribe algún rumbo
dictado sin premuras por el destino
aciago o ilusionante, feliz o cruel,
bello demonio, sádico querubín…

Lo angelical es desmedido
como invención que es.
Lo malo es cuando el azar
juega a ser ángel.

martes, 27 de septiembre de 2016

ISABEL BERDUGO CONESA


Nacida en Cádiz el 18 de abril de 1964. De formación universitaria, Experta en Criminología, Experta en Criminalidad y Seguridad Pública, Diplomada Técnico en Empresas y Actividades Turísticas. Secretaria y miembro del Consejo de Redacción de la Asociación Cultural y Editorial “Tántalo”, publica en su Revista Cultural y Colección de Libros, doce libros de diversa temática: poesía, novela y ensayo.

            Ha publicado en julio de 2015 el poemario “Retablo de Agua”, nº 520 de la Colección “Baños del Carmen” de Ediciones Vitruvio, donde publica “El País del Silencio” en 2016, participando en sendos Festivales Poéticos de Vitruvio y en muy diversas presentaciones y actos culturales, de carácter individual y colectivo: encuentros, foros, tertulias, homenajes, etc.

Participa en numerosas antologías poéticas, la más reciente: “Torreparedones. La ciudad en la cumbre” publicada por Manuel Gahete y José Antonio Santano Editores y el Excmo. Ayto. de Baena.

Columnista del grupo editorial “Publicaciones del Sur” con la columna dominical “La Pensadora” en los periódicos “Cádiz Información”, “Jerez Información” y “El Faro de Algeciras”, con una extensa trayectoria en medios de comunicación.

Miembro de A.C.E. (Asociación Colegial de Escritores de España), ACTA (Autores Científico-Técnicos y Académicos) y CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos).


DENTRO DE MI

Junto a la cruz
Veo como Tú,
Dios verdadero
Salvas mi mundo,
Dios del madero
Con una luz
Como un gran Cielo
Dentro de mí.

Dios entre todos
Todo lo puedes,
Dios salvador
Dime quién eres
Dios redentor
Dime qué quieres
Para morir
Toda mi vida
Dentro de mi

Hijo Jesús
Cordero de Dios
Manso Jesús
Manso Señor
… tanto dolor
Mata el rencor
Del mundo
Dentro de mí.

Vive, Jesús
En mi corazón
La noche pasó
Se hizo la luz
¡Salve, Señor
Rey del Perdón!
Salve el perdón
El bello mundo
Dentro de mi.


LA SOLEDAD

La soledad en el fondo del Paraíso
fue la tregua al final de mi salvación.
Vi la maraña de la selva sin piedad,
Su violencia bendice la muerte,
joya coralina empeñada en alejarnos,
arrojada a la playa
donde traslucha la mar.
La Primavera me acompaña,
su brisa me protege del vacío.
La calmazón de la noche es el sosiego.
Descongelado el invierno, creí
renacer al ardiente mundo
y la sociedad.
La humana marea
iba penetrándome en su primaria crecida,
más despacio que cuando fuimos, otros ciclos,
desertores del mundo
y cuando el mundo perdió
un asombro místico sacude el alma:
el paraíso de luz, de color y de humedad
nos devuelve al misterio selvático,
cuando fuimos parte de la razón del Dios Uno. 

lunes, 26 de septiembre de 2016

YOLANDA GARCÍA ARES

Nací en el centro de Cádiz, en la calle Rosario Cepeda, corazón palpitante de la antigua ciudad más allá de las Puertas de Tierra, a la sombra de la torre Tavira, en una familia de muchos hermanos, con quince meses me llevaron a vivir a la Bahía gaditana, allí di mis primeros pasos. El mar, el cielo, las palmeras zarandeadas por el levante fueron las nanas de mi casa en un noveno cara a los Astilleros y el puente Carranza. He visto por lo tanto más puestas de lunas que de soles.

Me muestro indefinida como indefinido es mi origen. Lechuguina o guacamaya. Beduina o tirilla. Conservo la mirada de los que miran, de los que se expresan, de los que sienten y se emocionan con lo diferente.

Tardé tiempo en identificar el verso en otra forma de entender la vida ¿He sido siempre poeta? Supongo que cualquiera que naciera en el entorno que nací yo puede ser poeta, el problema es cuando se te enquista el verso y la lírica te sale a borbotones por los ojos brotando desde la ventana de un noveno piso provocando que suba de repente el nivel del mar. Entonces te vuelves no sólo poeta sino algo más.

Cuando la risa más auténtica te revienta delante de una chirigota en Carnaval. Cuando te resuenan los tacones en los adoquines de la catedral vieja como una música en la cabeza. La guitarra la he abrazado entre mis brazos como a alguien de la familia y la voz para mí es un instrumento musical. He sufrido la mordedura hiriente de la bruja del mar hasta no poder hablar. Puedo cambiar de humor como cambia en Cortadura del Poniente al Levante sin sentirme bipolar.

He bailado al ritmo de un huesillo de limón en la Parra la Bomba y he escrito mis nombres del amor en una mesa de madera del Caminito. Sigo llorando porque se me murió el Baviera y aún si cierro los ojos recuerdo cada uno de los olores del Barril en la Glorieta Ingeniero de la Cierva. He corrido por las Olitas, he cazado camarones agarrándolos fuertemente por los bigotes, me he puesto de fango hasta arriba para coger cangrejos moro y coñetas debajo del cartel de Bienvenidos a Cádiz. He caminado descalza por la carretera industrial después de una noche loca de carrusel en la Viña. Estos son mis pecados, todos los llevo en el corazón marcados.

Y por esas cosas de la vida, mis pasos me llevaron mucho más allá del  borde de la playa Victoria, crucé hasta el otro lado del Atlántico y me enamoré de Los Ángeles, nací de nuevo. Allí redescubrí el arte, la música, la pintura, las lenguas de otros, el bien de lo diverso, de lo distinto, nunca me sentí extranjera. Tengo camino andado, luzco corazón viajado y viajero. No me gusta el lugar quieto y rutinario aunque sé disfrutar del momento. Si me amas no me ates o saldré huyendo.

Tengo un punto “buenista” aunque sé de lo jodido del momento. Me gusta solidarízame con las causas perdidas y no me gusta hacerme la foto por ello. Soy social, política y muy humanista. Aunque soy una causa perdida siempre, siempre lo intento.



Leyenda del miedo

La niña llega a la casa apesadumbradita de miedo
La luna la miraba desde lo alto del cementerio
“¡Madre me mira la luna! ¿Por qué me mira tan intenso?”
Porque luna eres como ella, luna llena y en pleno.

“¡Madre no quiero ser luna!
La luna es luna porque es cielo
“¡Madre no quiero ser cielo!”
El cielo es cielo porque es firmamento
“¡Madre no quiero ser firmamento!”
El firmamento es firmamento porque es lucero
“¡Madre no quiero ser lucero!”
El lucero alumbra a la luna y por eso la luna es luna
“¡Madre yo quiero ser monte, fuente, misterio,
Árbol, viento, bosque, brote tierno…!”

¡Tú lo que quieres es ser es sol, sol redondo y pleno!
Para ser sol, hay que vestirse de lucero.
Ser luna, cielo, firmamento…
¡Para ser vieja tierra hay que ser lucero!

La niña se observa desnuda en la luna del espejo
Mira a la luna en su luna
¡Madre ya no tengo ningún miedo!


Algo ilógico

No tengo ganas de escribir sobre las cosas poéticas
Me duermen en la memoria del mar, las notas de una música clásica,
los colores del cielo.
Apilo a cambio la pata rota del sofá, un bastón olvidado no se en dónde
La ropa a medida raída del tiempo
La batidora que no funciona
Me estoy preguntando  si funcionó alguna vez…
No tengo ganas de dar lírica a la encíclica del verso
Proso metáforas de hastío, verso muerte de los segundos
De repente me vienen al papel palabras perdidas como por ejemplo
Muerte, ventana cerrada, zapatos viejos para un cojo…
Cartas desconocidas, fotos viejas, camas desordenadas…
No tengo ganas de rimar lágrimas de hielo
Emborrono papeles sin reciclaje posible, ya no duermen en el cajón
Se me viene algún recuerdo dulce como mermelada
Puedo pensar y no escribir
Gorrión verderón diálogo enjaulado
Nubes bebiendo del mar gris de la bahía
Armario abierto monstruo tragón de sueños.
No tengo ganas de salvar ningún objeto muerto en mi memoria.
Hago listas de palabras sin sentido incierto
Bata estampada, broche verde, peine desdentado,
Abuelita, arcón roto, vasos…
Rosario, santo, papa y biblia
Ruido, ruido, ruido…
Puedo escribir cualquier cosa ilógica, como por ejemplo: Vida, vida y vida